Según datos de Temkin Group (2017), tras una mala experiencia, 22% de los consumidores disminuye sus gastos y 19% deja de comprar completamente en el negocio.
Además, solo 30% se lo dice a la empresa, mientras que un 50% prefiere contarle a sus amigos, 15% calificar el negocio en webs y 14% twittear al respecto.
Por el contrario, una buena experiencia hace que los clientes estén 3.5 veces más dispuestos a hacer compras adicionales y 5 veces más a recomendar el negocio. Sin duda, una estrategia enfocada en el cliente es mucho más rentable y genera mejores resultados.